Majestuosa y evocadora, esta exquisita escultura en bronce dorado y patinado, siglo XIX representa a una enigmática figura femenina portando una lámpara alzada, símbolo de sabiduría y guía en la oscuridad. Su postura elegante y fluida, combinada con los delicados pliegues de su vestimenta, refleja el refinamiento artístico propio del siglo XIX.
Cada detalle, desde la expresión serena de su rostro hasta la meticulosa ornamentación de su atuendo, revela la destreza del escultor, quien capturó con maestría la armonía entre movimiento y simbolismo.
Una pieza única, ideal para realzar la belleza de un espacio distinguido, ya sea en una colección privada o como el punto focal en una elegante decoración clásica.
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